AIREACIÓN PARA EL ENFRIAMIENTO DEL GRANO EN LOS SILOS.
OBRA REALIZADA POR VENCHAGA S. L.
La aireación para enfriar el grano se inicia terminado el periodo de reposo en el silo.
En los silos donde el aire se insufla (de abajo hacia arriba) el enfriamiento (y el secado) del grano se realiza por medio de un frente de enfriamiento y secado que va avanzando hacia arriba.
Se considera que el periodo ha terminado cuando la humedad y la temperatura del grano en la parte superior están en equilibrio con el aire exterior, lo que significa que todo el frente de enfriamiento y secado ha llegado arriba.
En ese momento puede pararse la aireación.
En otras palabras, el periodo ha finalizado cuando la temperatura del grano en la parte superior es similar a la que tenía el aire cuando comenzó la aireación. Continuar aireando en ese momento sólo significará un desgaste de energía, excepto que las temperaturas del aire sigan descendiendo. Si, por el contrario, la temperatura asciende, existe el peligro de rehumedecer las capas inferiores.
Si la aireación se suspende antes que dicho frente haya llegado a la parte superior, es muy probable que el grano de las capas superiores se mantenga todavía húmedo y caliente quedando expuesto a un calentamiento excesivo que ocasionará su deterioro.
En realidad, se producen dos frentes que van avanzando hacia arriba, uno de enfriamiento y otro de secado.
Normalmente, el frente de enfriamiento llega más rápido a la parte superior, porque con la aireación es mas fácil enfriar que secar el grano, pero en seca-aireación, a las temperaturas y humedades ya recomendadas y con los caudales aconsejados, ambos frente avanzan en forma pareja o con poca diferencia.
La duración del enfriamiento y secado en el silo depende de varios factores, como la temperatura del grano y la del aire, pero especialmente del caudal unitario producido por el ventilador.
Cuanto mayor sea este caudal, menor será el tiempo.
Se requieren unos 800 m3 por tonelada de grano para completar el enfriamiento y secado en seca-aireación.